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La derogación de la ley de creación del Partido de Viedma y la consolidación de una política centralista
Concluida una Investigación sobre el tratamiento que tuvo en la Legislatura Provincial la derogación de la Ley 422, del año 1864, en su parte pertinente al Partido de Viedma, he creído necesario desarrollar algunas conclusiones, que seguramente no harán más que confirmar mis previas sospechas, sobre un cambio en la mentalidad entre los hombres que aprobaron la ley de creación y quienes 30 años más tarde, impulsaron su derogación.
A nadie le pueden caber dudas que los presidentes fundacionales: Mitre (1862-1868); Sarmiento (1868-1874); y Avellaneda (1874-1880), sentaron los cimientos de la organización de nuestro país, en el marco de una idea de progreso constante y descentralización administrativa. Estos trabajaron para dotar al naciente Estado, de las herramientas institucionales necesarias para llevar adelante una planificada ocupación del territorio nacional, implementar su población, y garantizar en definitiva, su incorporación al cuerpo social de la Nación. A partir del desarrollo de esta idea de progreso, es que convertirá en política de Estado, y será el Presidente Bartolomé Mitre, quién enviará un proyecto de Ley a la Legislatura Provincial, con el propósito de fundar nuevos Partidos, entre ellos, el de Viedma, fijando además, por primera vez por Ley, límites precisos en la zona de frontera del Río Salado. El proyecto fue aprobado, y fue conocido en adelante, como la Ley del 25 de octubre de 1864.
Con la implementación de estas medidas progresistas, iban quedando atrás las viejas instituciones, las cuales en su tiempo, cumplieron un importante rol. Estas antiguas categorías administrativas, se encontraban más ligadas al orden conservador de la época colonial y entre ellas podemos destacar: Los Alcaldes de la Hermandad, los Jueces de Paz de Campaña, las líneas de Fuertes y Fortines etc. En adelante, muchos más Partidos se irán fundando, a medida que se incorporaban territorios, ya sea por el avance de la civilización, como así también, del ferrocarril.
Mi pregunta central ante la Ley de derogación era: ¿Qué pudo cambiar en treinta años, para que en 1894, antes de finalizar el Siglo XIX, la Legislatura Provincial, levantara su mano para derogar una ley que era representativa del lema de la época era "Gobernar es poblar"? No cabe duda, que el país ha cambiado, que han llegado cinco millones de inmigrantes, que la tierra está en manos de pocos, que los chacareros son esquilmados, que las grandes mayorías no tienen derechos políticos ni sociales, que los propietarios son ausentistas y en su mayoría esperan en la metrópoli o en Europa el rédito anual de las mismas.
Los debates de la Legislatura, dejan en claro quieren eran los verdaderos vecinos y quienes los propietarios, sin ser vecinos. Y cuales eran los interses de unos y de otros. Mientras tanto, la política de descentralización y progreso sufre un traspié, con la derogación de la Ley. Es en estos años, cuando muchos Partidos tradicionales, fueron cambiando su fisonomía inicial, como consecuencia lógica, de un país de fronteras móviles y en expansión. El Presidente Mitre y quienes continuaron al finalizar de su mandato, buscaban implantar un mejor ordenamiento, para garantizar una mejor administración y aumentar la riqueza.
Fundar pueblos fue la idea de los grandes Presidentes y la misma, fue abolida por los políticos de fin de siglo XIX, que principalmente defendían sus intereses. Estos detestaban el progreso y la posibilidad de realización de los pueblos. De todas maneras, la historia dará cuenta, que un 19 de diciembre de 1894, se decretó en la Legislatura Provincial la muerte del Partido de Viedma. Lamentablemente para ellos, no repararon en un detalle, que los sueños de los pueblos, trascienden a las normas.
Prof. César Arrondo
UNLP
(El Profesor César Arrondo - autor del texto - es colaborador del equipo de trabajo del Diputado Julio César Alfonsín)
La derogación de la ley de creación del Partido de Viedma y la consolidación de una política centralista
Concluida una Investigación sobre el tratamiento que tuvo en la Legislatura Provincial la derogación de la Ley 422, del año 1864, en su parte pertinente al Partido de Viedma, he creído necesario desarrollar algunas conclusiones, que seguramente no harán más que confirmar mis previas sospechas, sobre un cambio en la mentalidad entre los hombres que aprobaron la ley de creación y quienes 30 años más tarde, impulsaron su derogación.
A nadie le pueden caber dudas que los presidentes fundacionales: Mitre (1862-1868); Sarmiento (1868-1874); y Avellaneda (1874-1880), sentaron los cimientos de la organización de nuestro país, en el marco de una idea de progreso constante y descentralización administrativa. Estos trabajaron para dotar al naciente Estado, de las herramientas institucionales necesarias para llevar adelante una planificada ocupación del territorio nacional, implementar su población, y garantizar en definitiva, su incorporación al cuerpo social de la Nación. A partir del desarrollo de esta idea de progreso, es que convertirá en política de Estado, y será el Presidente Bartolomé Mitre, quién enviará un proyecto de Ley a la Legislatura Provincial, con el propósito de fundar nuevos Partidos, entre ellos, el de Viedma, fijando además, por primera vez por Ley, límites precisos en la zona de frontera del Río Salado. El proyecto fue aprobado, y fue conocido en adelante, como la Ley del 25 de octubre de 1864.
Con la implementación de estas medidas progresistas, iban quedando atrás las viejas instituciones, las cuales en su tiempo, cumplieron un importante rol. Estas antiguas categorías administrativas, se encontraban más ligadas al orden conservador de la época colonial y entre ellas podemos destacar: Los Alcaldes de la Hermandad, los Jueces de Paz de Campaña, las líneas de Fuertes y Fortines etc. En adelante, muchos más Partidos se irán fundando, a medida que se incorporaban territorios, ya sea por el avance de la civilización, como así también, del ferrocarril.
Mi pregunta central ante la Ley de derogación era: ¿Qué pudo cambiar en treinta años, para que en 1894, antes de finalizar el Siglo XIX, la Legislatura Provincial, levantara su mano para derogar una ley que era representativa del lema de la época era "Gobernar es poblar"? No cabe duda, que el país ha cambiado, que han llegado cinco millones de inmigrantes, que la tierra está en manos de pocos, que los chacareros son esquilmados, que las grandes mayorías no tienen derechos políticos ni sociales, que los propietarios son ausentistas y en su mayoría esperan en la metrópoli o en Europa el rédito anual de las mismas.
Los debates de la Legislatura, dejan en claro quieren eran los verdaderos vecinos y quienes los propietarios, sin ser vecinos. Y cuales eran los interses de unos y de otros. Mientras tanto, la política de descentralización y progreso sufre un traspié, con la derogación de la Ley. Es en estos años, cuando muchos Partidos tradicionales, fueron cambiando su fisonomía inicial, como consecuencia lógica, de un país de fronteras móviles y en expansión. El Presidente Mitre y quienes continuaron al finalizar de su mandato, buscaban implantar un mejor ordenamiento, para garantizar una mejor administración y aumentar la riqueza.
Fundar pueblos fue la idea de los grandes Presidentes y la misma, fue abolida por los políticos de fin de siglo XIX, que principalmente defendían sus intereses. Estos detestaban el progreso y la posibilidad de realización de los pueblos. De todas maneras, la historia dará cuenta, que un 19 de diciembre de 1894, se decretó en la Legislatura Provincial la muerte del Partido de Viedma. Lamentablemente para ellos, no repararon en un detalle, que los sueños de los pueblos, trascienden a las normas.
Prof. César Arrondo
UNLP
(El Profesor César Arrondo - autor del texto - es colaborador del equipo de trabajo del Diputado Julio César Alfonsín)
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